jueves, 9 de agosto de 2012

50 SOMBRAS

Como no podía ser de otra forma y teniendo en cuenta que está siendo el fenómeno editorial del verano,
no puedo dejar de escribir sobre la novela que está batiendo records, no solo en ventas sino en mujeres
adictas a una, llamemoslo así, nueva visión del sexo. Y esta novela no es otra que la trilogía (porque
son tres libros) "50 sombras de Grey".

Como cualquier otro best seller, lo compré con curiosidad pero sin gran entusiasmo, ya que la mayoría de
estos súper ventas deben la pasión con la que el público los acoge, a la maravillosa labor de los
técnicos de marketing que tan afanosamente se devanen los sesos para dar con la fórmula magistral y así
vender algo inútil como algo maravilloso.

Así que empecé la lectura, algo incrédula. Al principio, puse los ojos en blanco como nuestra querida protagonista Anastasia, con la salvedad de que yo no tengo a nadie que me dé cachetitos en el culo por realizar semejante "proeza".
Y mis ojos se pusieron de ese tono y algo ojipláticos porque, como bien digo, al principio, me recordaba un poquito a la saga Crepúsculo. Otro retoño del marketing.
Y me imaginé una historia de "amor" (entre comillas) entre una tía más bien sosaina y el típico guaperas, cachas y con dinero (pero no poco sino muchísimo... Vamos, con menos de 30 años, dueño de su propia empresa...En fin, un Bill Gates pero en guapo).
Y pensé... Horror. Dinero invertido en este libro y tirado a la basura.
Pero como soy de las que comienzan a leer un libro y da igual lo pésimo que sea, tengo que terminarlo porque ver el papelito entre las hojas y no llegar al final (o en mi caso, tenerlo marcado en el ebook reader), me pone de los nervios... Sí, una manía...¡Qué le voy a hacer!
Pues decidí continuar.
Y la verdad es que me alegro de haberlo hecho.
Cierto es que el libro en sí no es una maravilla... Ni brillante ni nada pero original sí que lo es. Y dice las cosas claritas, habla del sexo sin pudor. Y no de cualquier tipo de sexo sino de la relación entre Amo y sumisa, bondage, etc.
Vamos, que el tal Christian (protagonista) es un Marqués de Sade del siglo XXI (salvando diferencias), con su cuarto del "dolor-placer" incluido. Y como él dice: "Yo no hago el amor. Yo follo y duro".

La verdad es que cuando llegué a la parte "interesante", pues bueno, estaba en el tren de camino al trabajo y me puse algo colorada (he de reconocer) y no por la vergüenza (que ya estoy curada de espanto) sino por algún ardor que me subía con la lectura (es que yo tengo gran imaginación y me meto en el papel enseguida).
Así que, lógicamente, decidí posponer la lectura para horas más tranquilas y solitarias.

En fin, sigo pensando que la protagonista es algo paradita (para mi gusto), aunque conforme avanza el libro me recuerda cada vez menos a Bella Swan y ya va cogiendo algo más de personalidad. Veremos a ver cómo evoluciona en los otros dos libros (que aún no he leído).

El protagonista masculino sigue recordándome al famoso Edward, compañero vampiro de la muchacha citada antes, pero claro, mucho más activo sexualmente que el chupasangre y claro, más exquisito a la hora de sus gustos culinarios.

Conclusión: recomiendo la lectura a todos... Y digo bien. A las mujeres, porque... qué queréis que os diga... Se cogen ideas de lo más divertidas para poner en práctica con vuestras parejas y además, la lectura le alegra a una el día.
Y a los hombres... Pues porque estamos cansadas del misionero de toda la vida... Vamos a ver, no vamos a pedir un cuarto del placer-dolor pero algo más de vidita...Sí, gracias.

Así que alah, disfrutad todos de la lectura y coged ideas... y luego, claro... Ponedlas en práctica.

Ciao gente bella!!